El
original y su aura
El
desaparecido filósofo Walter Benjamin afirmó que las creaciones artísticas
consideradas originales siempre habían poseído un “aura”, derivada de la
función de culto a la que estuvieron dedicadas gran arte de estas imágenes, en
los orígenes de la humanidad. El aura se convierte en un halo casi divino que
desprenden las obras y que sirven de barrera al espectador.
El aura ha venido constituyendo uno de los más sólidos e inamovibles valores de los que ha gozado el arte a través de todos los tiempos.
Consecuencia también del valor aurático de las obras de arte es el auge creciente del mercado artístico.
También se deriva de ese aura la prevención extremada que se tiene con obras emblemáticas cuando tienen que dejar los grandes templos museísticos ante la demanda cada vez más creciente de su exhibición en grandes ferias y exposiciones.
Ante hechos como el ataque en 1962 de “Piedad Vaticana” de Miguel Ángel, la sociedad es cada vez más consciente de la extremada valoración que alcanzan determinadas obras originales consideradas como maestras en su género.
La historiografía artística parece haberse dado cuenta recientemente de la importancia que pueden adquirir las copias si se las analiza desde el punto de vista de la historia del gusto o de la moda, desde el punto de vista de la restauración de obra o desde el punto de vista del coleccionismo. A este interés reciente que vienen despertando actualmente las copias le ha facilitado enormemente el camino los recientes estudios sobre medios de masas que basan su identidad en la imagen múltiple con la consiguiente pérdida del aura de las mismas.
El aura ha venido constituyendo uno de los más sólidos e inamovibles valores de los que ha gozado el arte a través de todos los tiempos.
Consecuencia también del valor aurático de las obras de arte es el auge creciente del mercado artístico.
También se deriva de ese aura la prevención extremada que se tiene con obras emblemáticas cuando tienen que dejar los grandes templos museísticos ante la demanda cada vez más creciente de su exhibición en grandes ferias y exposiciones.
Ante hechos como el ataque en 1962 de “Piedad Vaticana” de Miguel Ángel, la sociedad es cada vez más consciente de la extremada valoración que alcanzan determinadas obras originales consideradas como maestras en su género.
La historiografía artística parece haberse dado cuenta recientemente de la importancia que pueden adquirir las copias si se las analiza desde el punto de vista de la historia del gusto o de la moda, desde el punto de vista de la restauración de obra o desde el punto de vista del coleccionismo. A este interés reciente que vienen despertando actualmente las copias le ha facilitado enormemente el camino los recientes estudios sobre medios de masas que basan su identidad en la imagen múltiple con la consiguiente pérdida del aura de las mismas.
Concepto
de la obra original
El
término “original” puede confundirse con el término “autentico” cuando se
refieren a determinadas obras artísticas.Sin embargo, es posible hacer diferencias entre
ambos conceptos. La RAE indica que “original es aquello que pertenece al
origen”, es decir, al principio de las cosas. ”Es toda producción humana que no
es copia o imitación, lo que distingue por cierto carácter de novedad, fruto de
la creación espontanea”. En términos artísticos se estará hablando del
nacimiento de una idea como valor. Esta misma idea creativa dará lugar a una
obra única y exclusiva de uno o varios artistas. Puede ser además novedosa con
respecto a una producción artística. Esto no quita para que si esta misma idea
llega a ser muy aceptada por la sociedad, sea interpretada, copiada,
reproducida o falsificada.
Del
término “autenticidad” la RAE explica, es aquello “acreditado de cierto y
positivo. Lo autorizado o legalizado y que hace fe pública de algo”.Lo original aparece enfrentado a la copia mientras
que lo auténtico se muestra contrapuesto a lo falso.
Las
copias y su tipología
El carácter “único” comenzó a apreciarse en el Romanticismo, anteriormente no se distinguían entre original y copia. Es decir, se realizaba el trabajo artístico en talleres en los que colaboraban maestro y ayudantes.
El carácter “único” comenzó a apreciarse en el Romanticismo, anteriormente no se distinguían entre original y copia. Es decir, se realizaba el trabajo artístico en talleres en los que colaboraban maestro y ayudantes.
- Versión: Obra definitiva de un autor, representando una interpretación diferente de un mismo tema.
- Copia: Reproducción fiel o imitación de una obra mediante las mismas técnicas y procedimientos. Respetando la composición y estilo.
- Repetición: Copia exacta de una obra definitiva, ejecutada por el autor o bajo su dirección. Reproduce fielmentela composición, dimensión y materia.
- Copias de estudios: Copia fiel de una obra realizada por un alumno para asegurar su formación y no con fines mercantilistas.
- Replicas: Copia de una obra definitiva ejecutada por el autor de la misma o bajo su dirección, pero que difiere por su material o dimensiones. Un replica es siempre una obra autentica.
- Copia interpretada: Copia libre reproducida parcial o totalmente la composición, pero no realizada en mismo estilo ni manera.
- Obra compuesta: Obra en la que tanto el estilo como la composición es nueva, pero con figuras y elementos de una obra existente.
- La derivación: Obra en la que el estilo ha cambiado y el tema se ha convertido en otro.
- Copia servil: Copia exacta de una obra desprovista de toda invención y ejecutada totalmente por otro artista.
- Falsificación: Copia o reproducción de una obra de manera ilícita.
- Falso: Falsificación que lleva una firma apócrifa.
Niveles
de originalidad
Los niveles de originalidad del
artista dependerán de varios factores personales e individuales:
-
La inteligencia que posean.
-
La sensibilidad que manifiesten.
-
La cultura que ostenten, especialmente la de tipo
visual.
-
Los recursos que sepan sacarle a las técnicas.
La originalidad es
sinónimo de riqueza creativa y esta viene dada por los múltiples factores. Las
fuentes creativas serán siempre motivo de investigación para los historiadores
del arte.
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